¿Es TDAH o Autismo… o ambos? Descubre por qué el diagnóstico es clave

Diagnóstico de TDAH y Autismo: Un proceso complejo pero clave

El diagnóstico de TDAH y Autismo puede ser difícil debido a la superposición de síntomas. Ambas condiciones afectan la atención, la regulación emocional y la interacción social, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos.

¿Por qué es difícil diferenciarlos?

🔹 Dificultades sociales: En el TDAH por impulsividad, en el Autismo por interpretación literal.
🔹 Regulación sensorial: Ambos pueden experimentar sensibilidades, pero en el TEA el stimming es más común.
🔹 Interocepción: Muchas personas con TDAH y Autismo tienen dificultad para reconocer señales internas como hambre o cansancio.

📌 Un diagnóstico preciso es clave para acceder a estrategias efectivas y apoyos adecuados.

Explorando la superposición entre TDAH y Autismo

El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y el Autismo (Trastorno del Espectro Autista) son dos de las condiciones neurodivergentes más comunes. Sin embargo, también son las que más fácilmente se confunden entre sí debido a la cantidad de características que comparten. Este artículo busca profundizar en estas similitudes, diferencias y la coexistencia entre ambas condiciones, un tema tan complejo que puede desconcertar incluso a quienes viven esta realidad.

¿Qué diferencia al TDAH del Autismo?

Ambas condiciones afectan el funcionamiento diario, pero lo hacen de maneras diferentes.

Dificultades sociales:
- En el TDAH, los problemas suelen ser resultado de la impulsividad o la inatención. Una persona puede interrumpir conversaciones sin darse cuenta o parecer desinteresada simplemente porque su mente divaga.
- En el Autismo, los desafíos sociales están más ligados a diferencias en la interpretación de señales sociales y el lenguaje corporal. Las personas con TEA tienden a depender de reglas o análisis para navegar interacciones sociales.
Regulación sensorial y comportamientos repetitivos:
- Tanto en TDAH como en Autismo pueden presentarse sensibilidades sensoriales. Sin embargo, en el TEA, los comportamientos repetitivos (stimming) son más frecuentes como forma de autorregulación.
- En el TDAH, la inquietud puede ser más espontánea y menos predecible, surgiendo de la necesidad de liberar energía acumulada.
Interocepción (percepción de señales internas):
- Ambas condiciones están asociadas con un bajo nivel de conciencia interoceptiva. Esto puede dificultar identificar necesidades como hambre o cansancio hasta que son extremas.

La coexistencia: ¿un fenómeno común?

Antes del DSM-5, los diagnósticos de TDAH y Autismo eran excluyentes. Hoy, entendemos que estas condiciones pueden coexistir en un porcentaje significativo de la población:

Hasta el 83% de las personas con diagnóstuco de Autismo pueden cumplir criterios para un diagnóstico de TDAH.
Hasta el 65% de quienes tienen TDAH presentan rasgos autistas significativos.

Estudios genéticos han demostrado un solapamiento significativo entre ambas condiciones, lo que refuerza la hipótesis de una causa compartida.

Impactos psicosociales comunes

Las personas con TDAH y/o Autismo enfrentan desafíos similares en sus contextos sociales y emocionales:

Adicciones: En el TDAH, el consumo de sustancias puede ser una forma de automedicación; en el Autismo, adicciones relacionadas con impulsividad (como compras o videojuegos) son más frecuentes.
Salud mental: Ambas condiciones presentan altas tasas de comorbilidad con trastornos como ansiedad, depresión y TEPT.
Victimización: Las personas neurodivergentes enfrentan mayores riesgos de bullying, especialmente aquellas con identidades de género o sexuales no normativas.

Más allá de las diferencias: Identidades sociales compartidas

La neurodiversidad no solo unifica a las personas con TDAH y Autismo por sus retos, sino también por sus fortalezas y experiencias. Es común encontrar mayor diversidad de género y orientación sexual en estas comunidades. Por ejemplo, las personas autistas son significativamente más propensas a identificarse como no binarias en comparación con la población general.

Cómo diferenciarlas: preguntas clave

Dado el solapamiento entre condiciones, estas preguntas pueden ayudar a clarificar:

¿Las dificultades sociales provienen de la falta de atención (TDAH) o de un análisis constante de las interacciones sociales (Autismo)?
¿Los comportamientos repetitivos buscan calmar el estrés (Autismo) o son resultado de la hiperactividad (TDAH)?
¿Los cambios en la rutina generan frustración o una crisis emocional intensa? Esto último es más común en personas con TEA.

Un camino hacia la comprensión

Entender que TDAH y Autismo pueden coexistir o solaparse no solo es esencial para el diagnóstico adecuado, sino también para ofrecer los apoyos necesarios. Cada persona es única, y reconocer sus necesidades, desafíos y fortalezas es clave para promover su bienestar.

Glosario de términos

TDAH: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, caracterizado por inatención, hiperactividad e impulsividad.
TEA: Trastorno del Espectro Autista, que implica diferencias en la interacción social y patrones repetitivos de comportamiento.
DSM-5: Manual diagnóstico que permite diagnosticar TDAH y Autismo de forma conjunta.
Interocepción: La capacidad de percibir señales internas del cuerpo, como hambre o emociones.
Neurodiversidad: Concepto que celebra la diversidad en el funcionamiento cerebral humano.

Promover un mundo inclusivo empieza por comprender que nuestras diferencias son también nuestra fortaleza. Si es TDAH, Autismo, o ambos, cada camino merece ser valorado y apoyado.

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